Eras

Tanta prosa y, simplemente, eras.

Frágil canción de amaneceres, fuimos.

Regué con tus cabellos todo el cielo, mi paraíso en miniatura.

Entre mis dedos, los tuyos, eran.

En la vigilia interminable, de sueño, eras.

Trama de contactos, lenguaje desnudo.

En la noche virgen por fin entendí aquello que tu silencio tejía.

Amor que trasciende el más mortal de los deseos.

Y eso fuimos.

Gorrión y golondrina en ese presente, escapado del tiempo.

Tanta fatiga y, al final, simplemente, eras.

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