Contar de otros

Como cada noche vienes hasta mi cama. Cierro los ojos y me abrasa tu pecho. Se me viene una idea. ¿Pero por qué debería revelar este pensamiento mio, si tu no me piensas? Dame una buena razón. Lo guardo. Esta idea que es mia consiste en regalarte versos ajenos. Inspirados en otros amores, en todos los amores. Otros destinos. Aprovecho la noche para escribir. Lo escrito, lo guardo también. Quiero dejarte este despertar literario a la distancia. Bécquer, Lorca, Neruda, Benedetti, y otros tantos, ya me habían dicho quién eras. Me advirtieron de ti. Que te encontraría y serías así. Así, hermosa, así. El hombre sensible, ve. El inteligente, observa. El curioso, descubre. El enamorado, adivina. Cómo no encontrarte en el sortilegio centenario de las palabras, si eres resumen de la poesía que abrigó mi mundo, frágil e ideal. Viniste a darle pasto al verdor, agua a la frescura, fuego a la flama, cielo al candor, verba al lenguaje, sustancia al amor.

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