La Historia.
Si cada quien se guardara las respuestas y tan solo
escribiera. Dulce soliloquio. O no. Como ahora. Callar, como ahora. O no. Mirar
y escribir lo visto. Recordar. La viruta del lápiz que me parecía una polilla.
Tan marrón. Tan fobia. Palomadeluzquentroporlaventanadelacocinafobia. Todo
menos lápiz. Si cada quien se guardara las respuestas, no serían tales. Esa es
la respuesta, ganso. La respuesta presupone un otro. Pero la búsqueda. La
búsqueda nos pone en ese frasco de salmuera. Nos conserva asépticos. Por eso no
sé si contestar. No quiero parecer descortés o poco comprometido. Lo que pasa
es que me parece todo tan dicho ya, que la mejor manera de encontrar los
caminos parece ser reinventar el silencio. O por lo menos empezar por ahí. Por
encontrarse entendiendo que lo que sucede se dice sucediendo. Y hay que ver.
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