Encuentro.

Naciendo en el preludio del ocaso,
un pequeño perfil soleado.
Toca fuerte las cuerdas del alma
en tu decir enrredado.

Sé que morir no puedes
Que en mi pecho un enorme lago anida
y cada día te descubre
en millones de gotitas esparcida.

Es otra vez encontrarte
lejana audaz y sincera.
Beber el agua amarga
de un sorbo beberla entera.

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