Para ser explicado
Primero el
amante logra persuadirse de la existencia de unas cualidades superadoras; luego
está convencido de que esas cualidades son características inherentes de aquel
que es amado, de ese modo alcanza la inconmensurabilidad y la compensación necesarias
para situar al amado en un lugar tan íntimo, en una cima tan estrecha, que el
riesgo de que aquello deje de ser amado aumenta en forma colosal si tiene la
osadía de respirar o parpadear con vehemencia.
Comentarios
Publicar un comentario