Dadá

Una tarde mezclamos letras.
Un domingo. Nunca nos aburríamos.
Recortamos palabras, las pusimos en una bolsita.
Mezclamos y mezclamos.
De a poco fueron saliendo.
Uno o dos poemas, una prosa y un verso.
No sé dónde estás, solamente lo recuerdo.

Porque vuelve a mí en silencio
                                               la trama de ese encuentro.
Era lo lindo de estar juntos.
Lo simple.
Lo eterno.
Lo que llevo dentro de mí.
Ante el futuro incierto.

Una tarde de domingo mezclamos palabras.
Hicimos galletas y poemas.
Una tarde.


Y tu, y yo, giramos impalpables. 

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