Ha de ser, morir

No, voy a quedarme en casa
escribiendo.
¿Quién irá a la guerra?
Te ablando entre mis manos
Sin signos, puntitos, curvas, ni nada
Sin tinta
El movimiento y los dedos calientes
Eso, nada más
Sin días ni noches
Un rugido que no
Un temblor
Y nada más
Un dolor en el hombro
o en la espalda
y del otro lado
del puente iluminado
el golpe sordo
se abre paso entre los aires
llega solo hasta la carne
En la boca
una laguna se vierte
y las entrañas ceden
de su vital rigor
Voy a quedarme
a construir mí casa
Voy a mutilar el decir
Voy a desfigurar palabras
con la máquina de ser
para que ni mi puño ni mi letra
se puedan ver
Ya no soy el que escribe
este lento padecer
Y quién vendrá a la guerra
a firmar esta muerte
a ser soldado de las ideas
a matar en el frente
Quién rendirá tributo
al segundo eterno de silencio
que trae la luz flagrante
de aquel lado del puente
Es fría nuestra tumba
fría, de piedra, de agua
Soñadas en la mente
de nuestros asesinos
allí estaban cuando llegamos
las cavernas inclementes
Un dolor aguarda
en este lado del puente

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Historia.

Alma